La crisis originada por la pandemia pone en evidencia desigualdades y carencias sociales previas, que ahora se ven agravadas y nos interpelan. Creemos en la necesidad de trabajar para cuando la pandemia pase, para que la sociedad y todas las instituciones salgan fortalecidas, para esto, es necesario una comunidad y un Estado activos, que acompañen y asistan durante todo este difícil proceso, y que mancomunadamente animen la libre acción y expresión de los ciudadanos, para que no haya grietas sino un respetuoso y provechoso diálogo que nos ayude a encontrar caminos para acompañar y ayudar a quienes más lo necesitan.

Nos convoca el presente y fundamentalmente el futuro de la Educación Pública de Gestión Privada para su labor, incluyendo las acciones educativas no formales desarrolladas por las Instituciones que representamos en todas las franjas sociales y especialmente en los sectores más vulnerables.

Es clave garantizar y fortalecer el pluralismo de opciones educativas legítimas, en el marco de la Constitución Nacional que garantiza a todos el ejercicio de los derechos de enseñar y de aprender. Es parte de una sociedad democrática la pluralidad de pensamientos y de creencias, defendemos y promovemos la puesta en común y los valores compartidos. Es así, que no estamos de acuerdo con aquellos métodos que tienen como objetivo la instalación de un pensamiento único.

En materia educativa, desde laVicaría Pastoral de Educación, consideramos importante garantizar el derecho de los padres y de las familias de dar a sus hijos una educación consecuente con sus valores y con su propia identidad, incluso religiosa. Queremos defender la libertad de profesar nuestra fe, de cultivar nuestra identidad católica y de comunicarla con convicción, respeto y alegría.

Nos alarman signos de intolerancia, que paradójicamente ocurren en nombre de una “tolerancia” que no es respetuosa de otras cosmovisiones y opciones religiosas legítimas. Y en esa misma línea, la imposición de materiales educativos ideológicamente sesgados, especialmente a las poblaciones más vulnerables y con mayor dificultad de acceso a una oferta educativa más amplia.

En particular, nos parecen inaceptables y demasiado peligrosas algunas denuncias contra escuelas confesionales por el hecho de proponer y defender ciertos valores constitutivos de su propio ideario. En este sentido acompañamos la Declaración del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) y a la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA), con el ánimo de promover en nuestra Nación la enseñanza de los valores de la educación católica con libertad.

Desde la Vicaría Pastoral de Educación creemos que nuestro trabajo no tiene razón de ser si no se apuesta decididamente por la educación como herramienta fundamental de crecimiento igualitario e inclusión social. Creemos en la idea de construir puentes para el diálogo y el accionar colectivo en busca del bien común.

La comunidad de escuelas que integramos es el ambiente adecuado desde donde hemos aportado y queremos seguir aportando nuestro servicio en medio de esta crisis sanitaria y económica, es por ello que trabajamos por una sociedad más plural, integradora y fraterna, respetando el libre crecimiento educativo de todos nuestros alumnos.

 

Pbro. Pablo Corbillón. Delegado Episcopal para la Vicaría Pastoral de Educación.
24/06/2020 – 11:35
Clarín.com Opinión