Alrededor de 7000 chicos participaron de la Misa Arquidiocesana de Niños que se llevó a cabo en el Luna Park y fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, acompañado por los obispos auxiliares, sacerdotes y diáconos.

Desde hace 37 años que la Misa organizada por la Vicaría de Niños convoca a niños de nuestras escuelas y de las parroquias de la ciudad para que sean partícipes de la celebración alimentando el lenguaje de la fe. Este año bajo el lema “Llevamos en el corazón el tesoro de tu amor”, quienes participaron disfrutaron de una verdadera fiesta donde no faltaron canciones, alegría, entusiasmo y la presencia de Jesús que iluminó cada rincón del estadio.

Los chicos llegaron luego del mediodía junto a sus catequistas, docentes, directivos y agentes pastorales de las escuelas, institutos parroquiales y parroquias con sus linternas y bufandas en las que se podían distinguir los tesoros de cada uno.

La fiesta comenzó con una catequesis basada en la historia de El Principito, la obra de Antoine de Saint Exupéry, a cargo del grupo Sagrada Teatro de la Parroquia Sagrada Eucaristía de Palermo; que transmitía la importancia de aprender a mirar a nuestros hermanos con el corazón.

Durante su homilía Monseñor Jorge Ignacio animó a los niños a mantener vivos en su corazón los tesoros que poseen; alegría, amistad y perdón. Además, les dijo que “los tesoros que Jesús nos da son para compartir, les pido que compartan el tesoro de la alegría porque a veces la gente grande es medio mala onda… y hay gente que está muy sola y necesita del tesoro de la amistad… y ya les dije que a los grandes a veces nos cuesta perdonar, así que les pido que compartan el perdón porque lo necesitamos”. Luego les mostró los tesoros que lleva en su corazón explicando las partes que componen su emblema de una manera sencilla y comprensible para los niños, destacando la importancia de ser pastor sin olvidar tener los pies sobre la tierra, escuchando a los más necesitados, colocando a Jesús en el centro y a María como la estrella que ilumina su camino y “nos lleva en su corazón porque somos su tesoro”.

Las ofrendas recolectadas durante la celebración serán destinadas al comedor Madre Teresa de Calcuta, de la Parroquia Cristo Obrero que se encuentra en el barrio de Soldati.

Promediando las 17.30 Monseñor Ernesto Giobando, obispo auxiliar a cargo de la Vicaría de Niños y la Vicaría de Educación, expresó su alegría y agradecimiento a quienes acompañan a los niños en el camino de la fe, a los colaboradores y organizadores, al personal del Luna Park y a las familias que también se hicieron presentes junto a sus hijos.

Una vez más confirmamos que cada uno de nuestros alumnos, niños y niñas de las escuelas de la arquidiócesis, son el terreno fértil en el cual la semilla crecerá y dará frutos si cultivan los tesoros que llevan en su corazón.