Cientos de catequistas de la Arquidiócesis asistieron al retiro convocado por la Junta catequística el lunes 21 de agosto, solemnidad de San Pío X, para celebrar su día.

Catequistas de nuestras escuelas y parroquias participaron con alegría y entusiasmo del encuentro junto al arzobispo Mons. Jorge Ignacio García Cuerva.

El retiro se realizó en la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, en el barrio de Caballito. Reflexionando con el Evangelio de san Marcos 3, 1-6, Monseñor Jorge Ignacio invitó a los catequistas a llevar el Evangelio a todos los lugares de la vida, los más incómodos, intocables y menos comunes. Les recordó que “la Palabra de Dios es palabra viva, que toca el corazón; es espejo porque refleja nuestra propia vida; es luz porque ilumina nuestra propia vida, y siempre tiene un mensaje nuevo para darnos”. Los animó a dejar entrar a Jesús en la vida de cada uno, incluso en sus lugares seguros, sagrados, esos que no se animan a cambiar porque siempre fueron así.

Mons. García Cuerva recordó que “la catequesis es una tarea que se hace por, para y con el hermano”, poniendo en el centro a Jesús y diferenciando la amistad de la fraternidad.

La adoración eucarística se vivió como un momento de búsqueda interna de esas seguridades, de esas parálisis, para ponerlas a los pies del Santísimo junto a los sueños, la fe y la vida de los catequistas y en acción de gracias por quienes los han impulsado en el camino de sus vidas.

El mensaje que nuestro arzobispo transmitió en su prédica a los catequistas, muchos de ellos quienes se desempeñan en las escuelas de la Vicaría de Educación e institutos parroquiales de Buenos Aires, fue una contundente invitación “a salir de sus seguridades, de sus parálisis, para anunciar la alegría del Evangelio sin asco, sin miedo y sin demora” en consonancia con Evangelii Gaudium, exhortación apostólica que este año cumple 10 años.

El clima de encuentro, reflexión, invitación y alegría que prevaleció durante el retiro se reflejó en las expresiones de cada uno de los catequistas que, luego del encuentro y la posterior merienda compartida, participaron de la Eucaristía junto a la comunidad barrial.