El lunes 7 de agosto alumnos de nuestras escuelas acompañaron a los  fieles que llegaban a los Santuarios de Liniers y Belgrano con la misión de hacer más confortable y cálida la espera en la fría mañana.

Como cada año, miles de fieles se hicieron presentes en la vigilia acampando junto a familias y grupos de amigos para pedir a San Cayetano por “paz, pan, salud y trabajo”.

No faltaron los termos de café y agua caliente para el mate y así atravesar la noche hasta llegar frente al Santo Patrono. Fe, esperanza, oración, gratitud son algunos de los sentimientos que se percibían en las calles, a la espera de contemplar por unos instantes al Santo del pan y del trabajo.

Por la mañana bien temprano, alumnos de nuestras escuelas comenzaron a recorrer las largas filas de creyentes que caminaban entre las vallas para llegar hasta el interior de cada uno de los santuarios.

Las celebraciones centrales fueron presididas, a la mañana en Liniers y a la tarde en Belgrano, por el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge Ignacio García Cuerva, quien animó a los presentes a pedir más a San Cayetano en su homilía; “te pedimos mejor trabajo, te pedimos mejor pan, te pedimos más salud, te pedimos paz para nuestro pueblo y lo hacemos con mucha fe…más pedigüeños que nunca, este año vamos por más”.

La alegría de los jóvenes que brindaban este servicio, el entusiasmo por asistir a quienes más lo necesitan, las expresiones de agradecimiento de los peregrinos que no dejaban de reconocer los gestos de cuidado, nos animan a seguir sembrando en nuestras escuelas la esperanza por construir un país en el que todos puedan tener pan en la mesa y paz en el corazón.