Querido Padre San José, gracias por ser el rostro humano del
amor del Padre para el Señor.
Gracias por tu silencio para escuchar la Palabra, por tu confianza
en la Voluntad de Dios, por tu fidelidad al Espíritu Santo para
educar a Jesús junto a María.
Querido Padre San José, ponemos nuestra vida bajo tu cuidado,
para que modeles con tu ternura nuestro corazón.
Custodia nuestros colegios, enseñándonos a poner a María y a
Jesús en el centro de nuestras vidas.
Sé para nosotros un modelo y maestro, para seguir edificando el
Reino de Dios en el corazón de todos los que Él nos confía:
directivos, docentes, niños, jóvenes y familias.
Que podamos tratarnos con amor y sabiduría, creciendo en
gracia y santidad.
Querido Padre San José, nos consagramos a vos, no nos sueltes
de tu mano.
Así como velaste por Jesús, te pedimos que nos socorras en
nuestras necesidades junto a nuestra Madre y tu amadísima
esposa, la Virgen María.
Querido Padre San José, ruega por nosotros.
Amén.