Hace tiempo que la pastoral educativa, y la catequesis escolar, vienen mostrando la poca incidencia que tienen en la vida cotidiana de la escuela.

Los especialistas en educación manifiestan la necesidad de realizar verdaderas innovaciones, no simples cambios o mejoras. Una innovación supone un cambio de paradigma que adapte las prácticas pedagógicas a las demandas actuales y a los nuevos códigos de comunicación. Un paradigma se agota, decía el filósofo Thomas Khun, cuando deja de ser aceptado como modelo de explicación por la comunidad, en su caso científica.

Un paradigma didáctico ha cumplido un ciclo cuando sus estrategias metodológicas ya no cumplen con los objetivos que se proponen una determinada arte o ciencia. En nuestro caso, la pastoral educativa se encuentra enmarcada en este cambio épocal que implica un cambio paradigmático. Todo cambio paradigma implica buscar nuevos consensos y nuevos caminos. La sinodalidad (que significa caminar juntos) es el camino que la Iglesia elige en este tiempo para buscar ese nuevo paradigma desde el cual posicionarse para comunicar el Evangelio. Recordemos, nos dice el Papa Francisco que “la evidente importancia del contenido no debe hacer olvidar la importancia de los métodos y medios de la evangelización” (EG156). Hay una máximo sinodal que reza así: “lo que concierne a todos, debe ser tratado por todos”. Será la sinodalidad entonces el camino para encontrar el nuevo e inédito paradigma, como lo fue el encuentro entre la filosofía griega y la teología en los primeros siglos de la Iglesia. Entre tanto, podemos seguir caminando aprovechando las oportunidades que nos ofrece el tiempo presente.

En cada nivel educativo se nos presentan grandes oportunidades, solo mencionaré algunas:

En los primeros años de la escolaridad . . .

• El nivel inicial y primer ciclo de la primaria: tenemos la gran oportunidad como nunca antes de llevar a cabo una pastoral y catequesis familiar, ya que los alumnos siempre se conectan junto con sus padres o al menos uno de ellos. Nos abre el camino de hacer de cada casa una Iglesia doméstica.

En el nivel primario . . .
En el resto del nivel primario, la oportunidad de repensar las formas de la catequesis, el modo de transmitir el mensaje. Por ejemplo, ¿qué códigos utilizan hoy los chicos?; ¿cuál es la estética del mensaje?; ¿los aspectos relacionales de la comunicación como forma de crear nuevos lazos y vínculos?, etc.

En el Nivel Medio . . .
Se nos muestra la potencialidad de las redes sociales, de las redes sociales solidarias. La oportunidad de buscar jóvenes influencer de Dios, como María, que lleven a otros a pasar de un uso egocéntrico a un uso agápico de las redes virtuales. Haciendo de ellas instrumentos de la solidaridad, de la caridad interpersonal y comunitaria. Tambien de renovar los contenidos, un ejemplo, de esto lo está dando la pastoral vocacional de la arquidiócesis que se ha renovado y sacado mucha potencialidad en este tiempo, por ejemplo, en la utilización del instagram y nuevas formas de presentar las propuestas vocacionales (Cfr. https://www.instagram.com/pvocacionalbsas/).

Las tecnologías adecuadamente usadas pueden provocar la Fe, pueden movilizar. Contienen, de por sí, los tres elementos que dice el Papa necesarios para la transmisión de un mensaje eficaz, “una idea, un sentimiento, una imagen”. EG 157