El pasado 31 de agosto la comunidad del barrio y la comunidad educativa nos juntamos a celebrar a nuestro patrono. Bajo el lema San Ramon fortalece nuestra esperanza los servidores del santuario, el personal del colegio, las familias de la comunidad y muchos de nuestros chicas y chicos se acercaron a compartir esta fiesta que moviliza a un barrio y lo acerca a la fe.
Extrañábamos las largas colas (con protocolo) de parejas que buscan que Dios les regale el don de la vida, de mamas embarazadas y de muchas personas que vienen a agradecer los dones recibidos; la circulación hacia el interior del templo donde los sacerdotes bendecían y confesaban, hacia el gimnasio del colegio donde estaban bendiciendo fue incesante durante toda la jornada.
En la previa, por supuesto hubo temores e incertidumbres ya que el contexto era especial, pero la comunidad se sumo con entusiasmo, clima de servicio y alegría. Otra vez volvimos a descubrir después de este tiempo tan difícil nuestra vocación de ser una comunidad al servicio de la vida.
Contamos con una radio callejera llevada adelante por nuestros profes y alumnos del secundario y con una gran vocación de servicio de nuestras docentes de nivel primario e inicial y de todo nuestro equipo directivo.
En las misas donde resplandecían los testimonios de tanta gente que encuentra la semilla de la vida en el Santuario, contamos con el acompañamiento de Monseñor Ares en la misa de 11 y el de nuestro Cardenal, Monseñor Poli en la misa de 19:30.
Creemos que esta fiesta nos hizo volver a a redescubrir nuestra vocación de servicio y nuestra profunda fe en los valores de la vida y la dignidad de cada persona humana como nos enseña el Papa Francisco. Y, ya estamos pensando como organizarla mejor todavía el año que viene!
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