La socialización del niño en su etapa inicial es esencial para su futuro en cuanto a su desarrollo, interacción y comportamiento en la sociedad. Sin embargo, este no es el único aspecto que se trabaja en el nivel, como todos sabemos, en ambos ciclos (inicial y primario) se aprenden contenidos que apuntan a la formación integral de las alumnas y de los alumnos en sus diferentes dimensiones social, afectiva, emocional, corporal, motriz, expresiva, estética, cognitiva y ética,  en este sentido, puede afirmarse que aquí se sientan las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.  

El impacto de la educación en este periodo que se extiende hasta los 6 años  es decisivo para desarrollar habilidades cognitivas de lenguaje, interpersonales, socioemocionales, para adquirir las primeras nociones matemáticas (noción de cantidad, relaciones entre los números, medida, espacio, etc.), conocer aspectos diversos del ambiente social y natural así como también lograr un adecuado desarrollo físico. La educación en el nivel inicial brinda al niño, las herramientas que promueven la apropiación del conocimiento, que no las encuentra de manera sistemática y elaboradas adecuadamente en otros espacios. La interacción entre pares es muy importante pero los adultos, hoy padres y docentes, son el puente en la relación entre los niños y su ambiente. 

En cuanto a su futuro, el paso del nivel inicial desde muy pequeños, genera las condiciones para un mejor desarrollo en las demás etapas de la niñez y luego en su vida adulta. Un estudio longitudinal publicado en septiembre de 2010 por la Universidad de Berkeley, California sobre un grupo de once mil niños desde la edad de cuatro hasta los treinta años demostró como los niños que habían transitado por el nivel inicial poseían mayores habilidades cognitivas y emocionales en su vida adulta que repercutían favorablemente en la vida familiar como en el mercado laboral. En Estados Unidos de América no es obligatorio el kindergarten, esta investigación realizada se suma a otras que intentan persuadir a los padres de la necesidad e importancia del nivel inicial. Los resultados arrojaron también que el primer ciclo de la escolaridad dota a toda vida de la niñez y adolescencia posterior de herramientas para un mejor desempeño escolar y luego académico, de igual forma, su vida vincular y sociales. Aun más, las conclusiones de dicha investigación plantea la posibilidad de que la desigualdad educativa disminuye tras cursar el nivel inicial.

A comienzo del ciclo lectivo, a todos nos sorprendió una situación excepcional de pandemia y cuarentena, que nos alejó de las aulas presenciales y nos acercó a las clases virtuales a través de diferentes modalidades: sincrónicas y asincrónicas. Aún a la distancia, hoy mediatizado con la presencia de los padres en su casa, el vínculo con los docentes y con el conocimiento a través de diversas plataformas brinda al niño la posibilidad de ampliar sus horizontes sociales y culturales. La incursión de las familias en la vida escolar de los niños/as del nivel inicial, no es algo nuevo, este es quizás el tramo de la educación que más mediatizado se encuentra por ellas, ya sea desde su participación presencial, su colaboración en armado o recolección de material, así como para reforzar contenidos aprendidos en el ámbito escolar. Ya desde el Diseño Curricular de la Ciudad de Buenos Aires se señala que “se promueve la participación de las familias de los estudiantes, en el acompañamiento de las trayectorias escolares, ello en atención a resultar los mismos los primeros educadores de los niños.” (Diseño Curricular CABA, 2019: 9). Hoy la participación de las familias, por la situación de excepcionalidad que atravesamos es más imprescindible que nunca. Por otra parte, nos recuerda desde la doctrina social de la Iglesia el rol subsidiario de la escuela. La institución educativa colabora con la educación de las familias, la complementa pero no la sustituye. La familia es el primer educador de un niño y su papel es irremplazable. Esta inusual coyuntura puede poner de relieve el rol fundamental de las familias en la educación de sus hijos.  

Podemos preguntarnos ¿Cómo hacemos para generar y sostener este vínculo a la distancia?. En marzo, todos los jardines transitaban el llamado “período de inicio”, momento clave de adaptación para los/as niños/as que se quedan en las salas con sus docentes, siendo ésta, muchas veces la primera experiencia de ser y estar por fuera del ámbito familiar.  A su vez, “es el tiempo previsto para que las y los docentes realicen el diagnóstico del grupo, conozcan la dinámica particular y necesidades de cada uno/a y de todos/as a la vez, y planifiquen el resto del año en función de las características de “la sala”. En fin, es el momento fundante del “vínculo pedagógico”.”. Un artículo de Flacso publicado recientemente afirma que “este contexto puede presentarse como una oportunidad para que las familias acompañen a los niños y las niñas en el uso de dispositivos digitales. Sabemos que las infancias se alfabetizan digitalmente de modo vertiginoso y esta facilidad habilita un aprendizaje intuitivo y autónomo que sorprende y a veces descoloca a los/as adultos/as que comparten con entusiasmo la ductilidad digital de sus hijos/as y nietos/as”. Sin lugar a dudas el nivel inicial sigue educando en el tiempo de aislamiento social preventivo obligatorio, ofreciendo, por ejemplo, “otras formas de usar los dispositivos digitales (en especial tablets y celulares) e internet: visitas guiadas a museos, graficadores, rompecabezas, producción de mapas y geolocalización, aplicaciones para intervenir imágenes, para escribir, audiocuentos, y muchas otras que tienen el propósito de ampliar las posibilidades de niños y niñas y evitar las limitaciones que supone el mainstream de YouTube”. Por otra parte, el artículo mencionado destacado como desafío para los docentes del nivel inicial “la producción y selección de contenidos y actividades digitales que tengan sentido pedagógico acordes a los lineamientos curriculares: prácticas del lenguaje, indagación del ambiente social y natural, matemática, arte y otras áreas”

Por otro lado, así como estos nuevos aprendizajes detallados en el párrafo anterior se incorporaron al bagaje de conocimiento de los niños, aplicándolo a los contenidos propuestos por el diseño, el resto de los contenidos que fueron pensados por el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, adaptados a la realidad de cada escuela y grupo, siguen vigentes. En las aulas virtuales, a través de videos, zoom, audios, fotografías, el proceso de enseñanza y aprendizaje se sigue produciendo. Los proyectos, unidades didácticas y secuencias fueron adaptados a esta realidad, utilizando recorridos virtuales para conocer, por ejemplo negocios de barrio o bibliotecas, se solicita colaboración familiar en el preparado de escenarios y material de trabajo, así como su mediación para facilitar el acercamiento del niño a la propuesta. Asimismo se realizan intercambios a través de encuentros sincrónicos con diferentes actores sociales, con los docentes y pares, en los cuales se intenta sostener los diálogos tal cómo sucedería en la sala, con las limitaciones que puede presentar la tecnología, por supuesto. De ninguna manera puede decirse que no hay clases, lo que ha cambiado es la modalidad, las clases ahora se realizan virtualmente. 

Esta es una maravillosa oportunidad para que familia y escuela fortalezcan lazos, para que los docentes conozcamos las diversas realidades que atraviesan a nuestros alumnos/as y poder acompañar de la mejor manera posible, sosteniendo lazos de manera empática. Por otro lado brinda una buena oportunidad para que las familias puedan conocer y valorar el inmenso trabajo que realizan los docentes del nivel, desmitificando aquello de que “al jardín se va sólo a hacer amigos y jugar” y conociendo que a jugar se aprende y se enseña, que el juego en muchas oportunidades es mediador de otros aprendizajes, que la escuela organiza, complejiza y enriquece el conocimiento que el niño ya tiene del mundo y acerca a nociones matemáticas y de lenguaje que son bases de futuro conocimiento, ya que como se dijo anteriormente, el niño que ha transitado el nivel inicial se encuentra en condiciones de ventaja al ingresar al nivel primario.

Debemos aclarar que para que lo anterior suceda hay que estar ante un docente ágil, abierto y creativo, no aquel que sólo acepta aquella respuesta que tiene una única salida, que sigue establecidos pasos previos inamovibles. Todos los medios y caminos que podamos fortalecer con los alumnos la comunicación serán una buena decisión. Si algo manifiesta la tecnología es que para aprender en línea hay que apostar por la innovación metodológica. Los tiempos deben ser más breves, con consignas claras y donde los niños tengan una participación activa. Es necesario recordar que la presencia docente a través de la producción de recursos de autoría propia (textos, videos, imágenes, audios) es una manera de acercar las posibilidades de encuentro, de vínculo con nuestros y nuestras niñas y desde allí favorecer el aprendizaje.

Estos tiempos de crisis abren una oportunidad única para el sistema educativo, las escuelas, los docentes y las familias: pueden servir para reposicionar el rol central de los vínculos en los aprendizajes, pensando en el bienestar y desarrollo de los estudiantes y entendiendo la escuela en su definición más amplia: no como una prestadora de servicios sino como una comunidad de aprendizaje.

No debemos olvidar la gran oportunidad que nos ofrece también en lo pastoral. En el nivel inicial tenemos la oportunidad de llevar adelante una pastoral y catequesis familiar, ya que los alumnos siempre se conectan junto con sus padres, o al menos uno de ellos. Hoy más que nunca pueden generarse espacios en donde las niñas y niños junto con sus padres participen de momentos de oración, de reencuentro con la vida de la Fe en familia, llevando a que el hogar sea una Iglesia doméstica en todos puedan ir creciendo en su vida 

1 Cfr. How does your kindergarten classroom affect your earnings? evidence from project star. The Quarterly Journal of Economics , Volumen 126, Núamero 4, noviembre de 2011, páginas 1593–1660. https://academic.oup.com/qje/article-abstract/126/4/1593/1923939?redirectedFrom=fulltext
2 Infancias y pantallas en tiempos de cuarentena. Repensar el nivel inicial y la virtualidad. Programa educación, conocimiento y sociedad. Flacso. https://www.ecys.flacso.org.ar/post/educaci%C3%B3n-digital-en-el-nivel-inicial-un-desaf%C3%ADo-m%C3%A1s-al-proyecto-pedag%C3%B3gico
3 Infancias y pantallas en tiempos de cuarentena. Repensar el nivel inicial y la virtualidad. Programa educación, conocimiento y sociedad. Flacso. https://www.ecys.flacso.org.ar/post/educaci%C3%B3n-digital-en-el-nivel-inicial-un-desaf%C3%ADo-m%C3%A1s-al-proyecto-pedag%C3%B3gico
4 Infancias y pantallas en tiempos de cuarentena. Repensar el nivel inicial y la virtualidad. Programa educación, conocimiento y sociedad. Flacso. https://www.ecys.flacso.org.ar/post/educaci%C3%B3n-digital-en-el-nivel-inicial-un-desaf%C3%ADo-m%C3%A1s-al-proyecto-pedag%C3%B3gico
5 Infancias y pantallas en tiempos de cuarentena. Repensar el nivel inicial y la virtualidad. Programa educación, conocimiento y sociedad. Flacso. https://www.ecys.flacso.org.ar/post/educaci%C3%B3n-digital-en-el-nivel-inicial-un-desaf%C3%ADo-m%C3%A1s-al-proyecto-pedag%C3%B3gico